« Un estudiante de Karate debe cultivar continuamente el espíritu de modestia y humildad y nunca olvidar mantener y demostrar buenos modales al tratar con otras personas. Del mismo modo debe tener el valor de enfrentarse incluso a una multitud de decenas de miles de enemigos, si es por el bien de la justicia. »

FUNAKOSHI Gichin

miércoles, 5 de septiembre de 2012

1er Torneo FDKT - 23/9

El Domingo 23 de Setiembre realizamos el 1er Torneo Fudo Dojo de IKTU, en la búsqueda de promover el crecimiento del Karate Tradicional en nuestro país. Torneos que son lugar de encuentro de diferente estilos pero que llevamos el Karate como una opción de vida. Participar no es competir sino compartir. 
Los esperamos!!!

domingo, 15 de julio de 2012

2ª Copa Confraternidad

Ayer, sábado 14 de julio, se disputó la 2ª Copa Confraternidad, una actividad de IKTU. Primero reconocer la tarea de todos los que hicieron posible la actividad, los profesores, los estudiantes y padres que se hicieron presente y estuvieron en las diferentes tareas.
En segundo lugar felicitar a Seishin To Dento por la convocatoria y por el triunfo por segunda vez consecutiva de la Copa en juego.
En tercer lugar felicitar a los integrantes de Fudo Dojo que participaron todos ellos por primera vez en una competencia viviendo los nervios naturales que no dejan dormir tranquilamente la noche previa: Santiago, Francisco, Felipe y Darío.
Como decimos siempre las competencias son un momento donde nos exponemos ante otros, pero sobre todo ante nuestros propios temores e incertidumbres, ese es el gran desafío, y todos lo hicieron espectacularmente.
Pero el camino se recorre a diario, eligiendo Karate Do como forma de caminar.
OSS.

viernes, 13 de julio de 2012

Torneo Seishin

Mañana se realiza la 2ª copa Seishin, una competencia de nuestra pequeña escuela, que busca un espacio de encuentro y difusión del Karate Tradicional en nuestro país. El objetivo principal es compartir con otros practicantes, más allá de los resultados de podio. Los premios se ganan a diario en cada entrenamiento, donde la dedicación y el esfuerzo se hacen presentes, y son el verdadero motivo de la práctica.
La competencia es un momento mas, importante por cuanto implica para nuestro Instituto afianzarse en construir un espacio centrado en la promoción y el desarrollo del Karate.
Por eso es importante asistir, con la familia para que conozca lo que hacemos cada vez que transpiramos o pasamos frío tres o cuatro veces a la semana.

Esperamos que pongan su mayor esfuerzo sin pensar más que aprender y crecer en este camino que se extiende a medida que por él transitamos.

OSS

miércoles, 4 de julio de 2012

MORALIDAD EN EL KARATE Por Richard Kim



El objetivo más difícil de lograr en la enseñanza del karate, es el de inculcar credibilidad en los aspectos morales del arte. La mayoría de los estudiantes están interesados en los resultados inmediatos de las técnicas de lucha, y se preocupan poco sobre la moralidad que es el fundamento que los sustenta.



Se plantea la pregunta, "Si se está consciente completamente de la violencia inherente en la naturaleza humana, no estamos generando asesinos? No estamos enseñando un arte que le permite a un ser humano destruir a otro?"
La respuesta debe ser, como siempre han respondido los grandes maestros okinawenses, "Sí, estamos conscientes de la violencia inherente en la naturaleza humana y que el arte incluye técnicas para matar con las manos vacías. Pero hay una moralidad involucrada, entretejida, en el entramado del karate, que controla la violencia y el uso del arte excepto bajo una condición -- la necesidad absoluta y peligro inminente."
La retórica es buena, pero la pregunta es académica. Cómo se logra enseñar técnicas de combate e inculcar moralidad al mismo tiempo?
La respuesta se encuentra en el kata, el corazón del karate. El kata tiene como objetivo entrenar la mente y no sólo para la auto defensa conceptual e intelectual. De hecho, lleva a la mente a estar en contacto con su verdadero estado, consigo mismo, ese es su verdadero propósito.
El kata en su sentido tradicional, es un ritual religioso. El arte de karate no significa la habilidad de excelencia técnica, que se desarrolla a través del entrenamiento físico, sino en la habilidad de lograr una meta espiritual a través de la practica de kata, de tal manera que el participe lucha consigo mismo y tiene éxito en conquistarse a si mismo.
La base del kata está en el concepto "Karate ni sente nashi", traducido literalmente, "en karate, uno no realiza el primer movimiento". Todo kata comienza con defensa y termina con defensa. El kata crea la convicción de que el verdadero karateka nunca golpea primero y nunca golpea con ira o enojo.
Durante la ocupación Satsuma de Okinawa, un Samurai japonés que le había prestado dinero a un pescador, hizo un viaje para recolectarlo a la provincia Itoman, donde vivía el pescador. No siéndole posible pagar, el pobre pescador huyo y trató de esconderse del Samurai, que era famoso por ser corto de genio. El Samurai fue a su hogar y al no encontrarlo ahí, lo busco por todo el pueblo. A medida que se daba cuenta que no lo encontraba se volvió furioso. Finalmente, al atardecer, lo encontró bajo un barranco que lo protegía de la vista. En su enojo, desenvainó su espada y dijo: "Qué tienes para decirme", le grito.
El pescador replicó, " Antes de que me mate, me gustaría decir algo. Humildemente le pido esa posibilidad." El Samurai dijo, "Ingrato! Te presto dinero cuando lo necesitas y te doy un año para pagarme y me retribuyes de esta manera. Habla antes de que cambie de parecer."
"Lo siento", dijo el pescador. " Lo que quería decir era esto. Acabo de comenzar el aprendizaje del arte de la mano vacía y la primera cosa que he aprendido es el precepto: 'Si alzas tu mano, restringe tu temperamento; si tu temperamento se alza, restringe tu mano."
El Samurai quedó anonadado al escuchar esto de los labios de un simple pescador. Envainó su espada y dijo: "Bueno, tienes razón. Pero acuérdate de esto, volveré en un año a partir de hoy, y será mejor que tengas el dinero." Y se fue.
Había anochecido cuando el Samurai llegó a su casa y, como era costumbre, estaba a punto de anunciar su regreso, se vio sorprendido por un haz de luz que provenía de su pieza, a través de la puerta entreabierta.
Afinó su ojo y pudo ver a su esposa tendida durmiendo y el contorno impreciso de alguien que dormía a su lado. Muy soprendido y explotando de ira se dio cuenta de que era un samurai!
Sacó su espada y sigilosamente se acercó a la puerta de su pieza. Levantó su espada preparándose para atacar a través de la puerta, cuando se acordó de las palabras del pescador: "Si tu mano se alza, restringe tu temperamento; si tu temperamento se alza restringe tu mano."
Volvió a la entrada y dijo en voz alta. "He vuelto". Su esposa se levantó, abriendo la puerta salió junto con la madre del Samurai para saludarlo. La madre vestida con ropas de él. Se había puesto ropas de Samurai para ahuyentar intrusos durante su ausencia.
El año pasó rápidamente y el día del cobro llegó. El Samurai hizo nuevamente el largo viaje. El pescador lo estaba esperando. Apenas vio al Samurai, este salió corriendo y le dijo: "He tenido un buen año. Aquí está lo que le debo y además los intereses. No sé cómo darle las gracias!"
El Samurai puso su mano sobre el hombro del pescador y dijo: "Quédate con tu dinero. No me debes nada. Soy yo el endeudado."
El logro de la propia perfección es más importante para el artista marcial que lo posee, que sus habilidades físicas o técnicas.
El kata requiere mucha fe, tenacidad y trabajo duro para dominar. Cada vez que uno practica el kata, su primer y último movimiento le recuerdan "Karate ni sente nashi". Se enfatiza una y otra vez. "En el karate no hay ventaja en el primer ataque".
El kata tiene otra ventaja. En deportes hay adversarios físicos. Sin un adversario, un conjunto de reglas, jueces y árbitros,no hay competencia.
El kata es, en sí mismo, un profesor para siempre. No se tiene que estar en un dojo, excepto para estar bajo la mirada de un sensei, cuya función es asegurarse que se está yendo en la dirección correcta.
Aún así, muchos piensan que el kata no tiene sentido, posiblemente porque la primera exposición de ellos al karate se restringió a la mera técnica y en el ámbito de la lucha física. Donde falte la moralidad del karate, no existe karate.
Hubo una vez un hombre así, llamémoslo Kuwada.
Kuwada había comenzado su entrenamiento en las artes marcialescon el deseo de ser temido por todos los hombres. Pero pronto descubrió que no existían atajos en su cmino desde principiante a maestro.
Desanimado por el entrenamiento incesante de kata, Kuwada le preguntó a su sensei, "Cuando aprenderemos alguna otra cosa? He estado aquí bastante tiempo y es kata, kata, kata todos los días."
Cuando su sensei no le respondió, Kuwada fue donde el asistente del maestro y le hizo la misma pregunta. Este le respondió: "El entrenamiento de kata es para pulir la mente. Es mejor resurar tu mente que tu cabeza. Entiendes?"
Kuwada no entendió y en protesta dejó el dojo, embarcándose en una notoria carrera como el mejor luchador callejero en Shuri. Era duro, sin duda. "Una pelea por noche", era su dicho, siempre alardeaba "no le temo a ningún hombre viviente."
Una noche, Kuwada vio a un extraño caminando calmadamente siguiendo una pared de rocas. Kuwada se irritó al ver tal compostura en otra persona. Corrió rápidamente al cruce de camino y esperó a que pasara el hombre.
Cuando lo hizo, Kuwada saltó y le tiró un golpe de puño, pero el hombre esquivó el golpe y le tomó el brazo. A medida que tiraba a Kuwada hacia él, lo miraba fijamente a los ojos. Kuwada trató de zafarse, pero no pudo. Por primera vez en su vida Kuwada sintió una sensación extraña, miedo a la derrota.
Cuando el hombre lo soltó, Kuwada corrió, pero miró por sobre su hombro para ver al hombre caminando calmadamente como si nada hubiese sucedido. Kuwada averiguó posteriormente que aquel hombre era un maestro de kata, un artista marcial que nunca en su vida había peleado.
Aquel que se domina a sí mismo es el más grandioso de los guerreros. Esta es la cosa más obvia para un maestro en las artes marciales.

"The Weaponless Warriors", 1974. Ohara Publications, USA.


jueves, 30 de junio de 2011

Karate no es sólo en el Dojo

Al decir de Mabuni, las tres enfermedades del Karate son “la pereza, la duda y la soberbia”. Yo creo que no son enfermedades sólo del Karate.

En nuestro tiempo la práctica suele ser de dos o tres veces a la semana, suficiente para mejorar la condición física y avanzar en lo técnico. Pero como en casi todos los planos de la vida, el esfuerzo y la dedicación están directamente asociados a los resultados. Las motivaciones que nos llevan a practicar o la dedicación son asuntos absolutamente personales. Sin embargo cuando se acepta la práctica del Karate Do como un tesoro, como una joya que mejora con el tiempo y brilla con el lustre de la práctica, los días de entrenamiento en el Dojo ya no alcanzan.




Dōjō nomino karate to omou na - No piense que el karate es sólo en el dojo


Este precepto escrito por Funakoshi tiene un contenido profundo, que importa observar. El primero y mas importante indica que debemos trasladar a nuestra vida la misma actitud que tenemos cuando entrenamos. Dedicación, esfuerzo, concentración, respeto por el otro y conocimiento de uno mismo. El mismo espíritu trasladarlo a nuestra cotidianidad.


Pero por otro lado nos dice que la práctica no ha de ser solamente en el dojo, que precisamos dedicarle atención al entrenamiento, tanto físico como técnico y al estudio de la estrategia. No alcanzan las dos o tres veces a la semana, hay que dedicarle diariamente tiempo, por mínimo que sea. De esta forma el progreso será mayor y se reflejará en nuestra práctica del dojo. Hoy no tenemos tiempo para trabajar completamente la parte física y por ello hay que complementar, a la vez que debemos trabajar también la técnica, sobre todo las posiciones, la respiración y el recorrido de las mismas. En todo momento podemos encontrar el espacio y el tiempo. Al mirar la tele podemos asumir alguna postura y corregirla (kiba dachi, shiko dachi, neko ashi dachi, etc), al caminar podemos aprovechar para enderezar el cuerpo, recoger el mentón y estirar la nuca; siempre habrá una pared que al caminar nos permita ir dando pequeños golpecitos para fortalecer las manos; al viajar en el ómnibus podemos asumir sanchin dachi y practicar el equilibrio, y cuando estamos sentados en en el trabajo o el estudio podemos aprovechar para prestarle atención a la respiración, etc. De esta forma completamos lo que decíamos antes, trasladar el karate a nuestros actos cotidianos.


Si superamos la pereza que nos cerca permanentemente, si superamos la duda que nos paraliza y si enfrentamos la soberbia que a veces nos sorprende cuando creemos que algo nos sale bien, Karate dejará de ser Karate para ser simplemente nosotros.