« Un estudiante de Karate debe cultivar continuamente el espíritu de modestia y humildad y nunca olvidar mantener y demostrar buenos modales al tratar con otras personas. Del mismo modo debe tener el valor de enfrentarse incluso a una multitud de decenas de miles de enemigos, si es por el bien de la justicia. »

FUNAKOSHI Gichin

lunes, 15 de noviembre de 2010

Fudo Dojo ¿Por qué?

Es natural que cosifiquemos nuestro entorno, así facilitamos nuestro vínculo. Con ello buscamos reconocerle sus características propias y trasladarle por diferentes mecanismos características de otra naturaleza.
El lugar de práctica de las artes marciales japonesas, que tienen su vínculo con el Budo, se denominan Dojo, perot ambién donde se practica Zen. Es el "lugar" donde se realiza la "vía" el "camino" elegido. Karate, aikido, zen, iaido, etc.
Cada uno de esos dojos tienen en si mismo elementos que le son propios y únicos, su responsables, su ubicación, su historia, sus practicantes, y cada uno lleva un nombre, que busca reconocer lo propio y acercar lo proyectado. Busca al nombrar tejer las relaciones con esas otras características que nos parecen relevantes desde algún punto de vista. Va mas allá de un "nombre de fantasía" o un juego verbal.


 En este caso, Fudo- Myo es uno de las cinco  deidades que se presentan en posturas amenazadoras y rostros iracundos buscando ahuyentar a los demonios que alejan al practicante de su recto sendero. A menudo se les representa engullidos entre llamaradas, invocando la purificación de la mente y la quema de todos los deseos.

FudôMyo-Ô  es la deidad central de todas las agrupaciones de los Myo-Ô , y cuando se representan en grupo, siempre se sitúa en el centro de ellos. Fudô (El inamovible) es el principal transmisor de las enseñanzas de Dainichi Nyorai para todos los seres sensibles y tiene el poder de transformar la cólera en serenidad y salvación. Casi siempre se le representa con rostro iracundo y deslumbrante para asustar a los espíritus malignos y alejarlos del practicante en su búsqueda de la Vía.


En su mano derecha, Fudô porta a Kurikara , la espada de la sabiduría que corta los velos de la ignorancia, y ahuyenta a los demonios. En la mano izquierda sujeta una cuerda destinada a atar la mente juguetona, las pasiones y las emociones y mantener todas estas manifestaciones dentro de los cauces de la Vía que habrá de llevar al practicante al despertar.


A pesar de estas manifestaciones iracundas y aparentemente violentas, la naturaleza de Fudô es esencialmente compasiva, y lo expresa a través de su voto de estar al servicio de todos los seres para toda la eternidad y hasta el fin de los tiempos. Así muestra su espíritu de servicio con la manera de llevar el pelo, anudado al estilo de un criado. Los cabellos se muestran atados con siete nudos y cayendo sobre el lado izquierdo

Fudô presenta a menudo un tercer ojo en la frente, el ojo de la sabiduría que ve las cosas Tal y como Son, y en muchas ocasiones se le representa sentado en una roca, representando su estado de inmovilidad, de imperturbabilidad y de quietud mientras navega por el océano de la impermanencia, así como lo inquebrantable de su determinación.

En muchas ocasiones, Fudô aparece con el ojo izquierdo cerrado y con los dientes mordiendo el labio superior, o bien con dos colmillos que sobresalen de los labios, uno apuntando hacia arriba y otro hacia abajo. El diente superior, que señala hacia abajo, representa su compasión ilimitada hacia los seres sufrientes. Este diente señala a la Tierra , al mundo material, al mundo de la forma. El diente inferior apunta hacia arriba, hacia el Cielo, el vasto mundo ilimitado de la no-forma, y representa la natural aspiración de todos los seres a unificarse con la Divinidad.


Estas características nos han convocado desde hace mucho tiempo y por ello optamos por nombrar nuestro lugar de entrenamiento en vínculo con los aspectos de fudo-myo. El camino es personal pero no se recorre en soledad. Nuestra ira nos aparta de nuestra práctica y nos formamos para estar vinculados a nuestra sociedad de una forma responsable y solidaria, asumiendo un compromiso con los demás.


Por esto así nos llamamos.


P.D. info tomada a los efectos de esta nota de www.budismozen.es

1 comentario:

  1. “A pesar de sus manifestaciones iracundas y aparentemente violentas, la naturaleza de Fudô es esencialmente compasiva y lo expresa a través de su voto por estar al servicio de todos los seres hasta el fin de los tiempos”. Creo muy atinada la elección de una deidad que busca alejar a los “estados malignos” de l@s practicantes y facilitar a est@s la correcta práctica. Pero fundamentalmente creo que no es menor poder nombrarnos, avanzamos.

    Otagai ni rei

    ResponderEliminar